
En esta época del año hay que hacerlo todo al aire libre, y esta no iba a ser la excepción. Ir al cine de verano al que solía ir de pequeña, siguió resultando igual de divertido que entonces. Aparte del encanto de ver una película bajo las estrellas, se le suma el viaje al pasado que se produce al ver a la gente llegar al cine con sus bocadillos y sus cojines para las sillas. El mítico intermedio a mitad de película con el cartel "VISITE NUESTRO...