martes, 27 de junio de 2023

Arnold/ Siempre quise ser cowboy

 Hoy hablamos de dos documentales que en principio pueden parecer muy distintos pero en los que  podemos encontrar un punto común muy importante, y es el éxito de cada uno de sus protagonistas. 

Comenzamos con el documental de "Arnold". Interesantísimo repaso por la vida de esta mega estrella de Hollywood, que durante tres capítulos nos lleva desde su infancia en Austria con sus padres y su hermano a cómo poco a poco, con su calculadora personalidad va poniendo el ojo en cada meta y buscando la forma de conseguirla. 

Un documental donde haces un gran viaje de la mano de "Schwarzenegger", primero descubriendo su personalidad desde niño, marcada en gran parte por su padre, después admirando su gran coraje personal y su gran fuerza de voluntad  en su juventud, donde consigue el éxito profesional y más tarde en su etapa más madura donde consigue convertirse en una mega estrella, casarse con un miembro del clan Kennedy y triunfar como político. Pero es en esta etapa más madura donde nos empieza a cambiar la percepción, tras una serie de incidentes familiares en su vida (no spoilers) él, finalmente dice, que ese momento fue un tropiezo, pero que el siempre ha llevado una vida "lo más perfecta posible". Es en ese momento cuando te preguntas que es lo que entiende Schwarzenegger por perfección. Al final de este retrato sobre su vida, lo que se entiende es que ha sido una persona absolutamente enfocada al éxito profesional, pero con bastante poco éxito en su vida personal, ni con sus padres y hermano ni con la familia que creo el después con su mujer y cuatro hijos. Una persona que básicamente ha vivido para si mismo y que nos hace plantearnos una vez más ¿qué es una vida exitosa?

Con esto no se pretende judgar a nadie, seguramente Arnold Schwarzenegger ha buscando lo que él necesitaba para ser feliz, lo que su personalidad le pedía, que no tiene por qué tener nada que ver con lo que desee cualquier otro tipo de persona.




En segundo lugar traemos el documental "Siempre quise ser cowboy", breve (23 min) pero precioso documental donde podemos disfrutar de una fotografía maravillosa. Su protagonista Robin Wiltshire nos cuenta como desde pequeño tuvo problemas para relacionarse con las personas y cómo los caballos le salvaron en ese mundo de soledad. Una vida dedicada a la doma de caballos que logró abrirse camino en el mundo del cine y configurar toda una profesión alrededor de su gran pasión. En este caso junto a su familia, consigue transmitir esta pasión y estilo de vida a su esposa e hijo. 

Dos documentales y dos vidas muy diferentes entre si, pero con un factor común, y es que ambos han conseguido dedicar su vida a su pasión y eso ya es un gran logro.




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