Una modernización del clásico "Lolita" con unas interpretaciones magníficas por parte de Rooney Mara y Ben Mendelsohn, actor cada vez más visible en nuevos títulos debido a su aire profundo y gran calidad interpretativa. No es un actor superficial, solo con mirarle a la cara nos parece que lo ha pasado muy mal y que tiene mucho que contarnos. Otro punto interesante es un ritmo y una historia muy bien contada que consigue nuestra atención sin descanso. Por supuesto no pude evitar acordarme de la "Lolita" de Adrian Lyne (1997), una historia con similitudes, no solamente por el tema central sino también porque en cierta parte de la historia ambas protagonistas parecen estar enamoradas de ellos y al final no tienes claro si van a amarlos o rechazarlos. En "Lolita" podemos sentir desde el principio una atmosfera mucho más erótica (muy usual en películas de este director) incluso en la protagonista, que se nos muestra como una persona más provocadora e incluso avanzada sexualmente para su edad, mientras que en "Una" nos cuesta más entender la atracción de él hacia una niña que en principio no demuestra ningún perfil sexual, ni personal ni físicamente. A la vez, las conversaciones entre ambos son muy limitadas, por lo que tampoco podemos encontrar una atracción a nivel personal, por lo que en "Una" la mente se nos va directamente al abuso de menores y prescinde de la sexualidad y clima que acompañan a "Lolita".
Fuera ya de comparaciones, "Una" es una película bastante redonda, con una situación que puede ser más común de lo que nos imaginamos y que además nos centra en los procesos tan dolorosos y traumáticos que arrastran las víctimas el resto de su vida.