Como siempre, terminé viéndola por cosas del destino, aunque ninguno de sus dos actores principales me llamen la atención. Anne Hathaway una actriz muy guapa y que no me desagradó en "El diablo viste de Prada". Película que, sin embargo, de no ser por la maravillosa presencia de Meryl Streep, me hubiera pasado bastante desapercibida.El otro cincuenta por ciento de la película corre a cuenta de Jake Gyllenhal, del cual ni me gusta su aspecto porque no me parece guapo y además tiene cara de soso. Tanto o más que su hermana Maggie, aunque a esta si la considero algo más interesante.
Bajo mi punto de vista es un proyecto algo ambiguo. Lo primero que nos entra por los ojos es la idea de ser una comedia romántica. Idea que se desvanece entre alguna que otra enfermedad y una historia de amor que a mi no me pareció creíble. Un sin fin de planos de la actriz , para que con su dulce rostro, entendamos que es una chica que enamora, cosa que su papel no consigue por si solo. Dejando aparte que, en el momento de crisis de la película, queda bastante ridículo el aspecto deplorable que le quieren dar al personaje haciéndola caminar encorvada y con una chaqueta triste, como si fuera el jorobado de Notre Dame. Esto unido a la continua autocompasión de ella, hace que, más que enamorarte, te resulte un poco pesada.
El papel de Jake Gyllehall es el de típico chulito que sabe desenvolverse en todas las situaciones, pero con poca más profundidad y bastante poco carisma. En conclusión, una película bastante olvidable.
Bajo mi punto de vista es un proyecto algo ambiguo. Lo primero que nos entra por los ojos es la idea de ser una comedia romántica. Idea que se desvanece entre alguna que otra enfermedad y una historia de amor que a mi no me pareció creíble. Un sin fin de planos de la actriz , para que con su dulce rostro, entendamos que es una chica que enamora, cosa que su papel no consigue por si solo. Dejando aparte que, en el momento de crisis de la película, queda bastante ridículo el aspecto deplorable que le quieren dar al personaje haciéndola caminar encorvada y con una chaqueta triste, como si fuera el jorobado de Notre Dame. Esto unido a la continua autocompasión de ella, hace que, más que enamorarte, te resulte un poco pesada.
El papel de Jake Gyllehall es el de típico chulito que sabe desenvolverse en todas las situaciones, pero con poca más profundidad y bastante poco carisma. En conclusión, una película bastante olvidable.
